En 1778, la Sociedad de Murcia propuso al Ayuntamiento de Cartagena la creación en nuestra ciudad de una delegación dependiente de la de dicha ciudad, asunto que se trató en el cabildo del Ayuntamiento de 20 de febrero, presidido por el alcalde interino D. Francisco Tacón y Guzmán, y se acordó que el Concejo queda en su inteligencia y ha sido muy de la aprobación de tan noble pensamiento. Y que con el mismo espíritu procurará contribuir por su parte a fomentar en cuanto fuese posible y permitan las circunstancias y actual constitución de este vecindario al logro de sus intenciones.
No sería hasta 1833 cuando se inician las gestiones oportunas para tener nuestra propia Sociedad, solicitando a la Reina Isabel II su autorización:
“Señora.
El Ayuntamiento de nuestra M. N. y M. L. Ciudad de Cartagena excitado por el celo de uno de sus individuos, tiene el honor de acudir a S. R. M. para suplicarle que se digne concederle la gracia de establecer en esta Capital de Provincia Marítima una Sociedad Económica de Amigos a semejanza de las que hay en otras capitales.
El ayuntamiento no ha podido desconocer las grandes ventajas que deben resultar al bien público de esta Provincia y al general del Estado con la formación de una Sociedad Económica dedicada a mejorar la industria popular y los oficios así como a fomentar la agricultura y las artes muy especialmente a auxiliar la enseñanza pública tan descuidada, Señora, que no puede verse sin el más profundo dolor ante la considerable porción de juventud destituida de toda instrucción por falta de auxilios para adquirirla.
(…)
Cartagena 4 de octubre de 1833. Gerónimo Valdés, Nicolás Lamberto, Juan González Izquierdo, Juan Butigier, Francisco Dorda, Sebastián Martínez, Santiago Andello, José León López, José Marín Madrid, Francisco Gabaldón. Por este M. N. L. ciudad de Cartagena.”
No tardaría mucho en recibirse la contestación afirmativa, de forma “circulada por vía comunicada” (por lo tanto, no aparece en las Actas del Consejo de Estado ni se publicó en la Gaceta de Madrid), al Intendente de la Provincia Marítima de Cartagena.
“El Excmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho del Fomento General del Reino con fecha 21 del mes último me comunica la Real Orden siguiente:
He dado cuenta a S. M. la Reina Gobernadora de una exposición del Ayuntamiento de esta Ciudad en que solicita se establezca en la misma una sociedad económica para esa Provincia, como está prevenido respecto de todas las capitales por el artículo 1º del Real de 9 de junio de 1815 y enterada S. M. se ha dignado acceder a los deseos de la citada corporación para lo cual es su Real Voluntad que V. S. excite el celo de un corto número de personas, las más conocidas por su instrucción y a mor a la prosperidad pública y verificado, procedo a la instalación de la sociedad que deberá regirse, hasta nueva resolución, por los estatutos de la de Murcia y nombrar la Diputación permanente de corte, según trata el artículo 9º del citado Real Decreto. De orden de S. M. lo comunico a S. S. para su inteligencia notoria del Ayuntamiento y demás efectos correspondientes.
Y la traslado a V. E. para su inteligencia y satisfacción del Excmo. Ayuntamiento de cuya corporación espero como plenamente entenderán de las circunstancias de los vecinos, me pase una nota comprensiva de aquellos que se distingan por sus luces y conocimientos en Agricultura, Industria, Oficios y manifiesta instrucción y amor a la prosperidad pública para proceder a la instalación de la sociedad.
Dios guarde a V. E., en Cartagena a 4 de noviembre de 1833.
Excmo. Sr.
Sr. Gobernador Presidente del Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad.”
En Cabildo Ordinario de 11 de noviembre de 1833, viose un oficio del Sr. Intendente de esta Provincia Marítima de fecha cuatro del actual en el que se sirve insertar la R.O. de veinte y uno de octubre por la que S.M. se ha dignado acceder al establecimiento de una Sociedad Económica en esta capital de provincia, la que desde ahora se regirá por los Estatutos de la de Murcia, pidiendo se comunique noticia de los individuos que se juzgue a propósito para la formación de la misma.
El 18 de noviembre de 1833 se celebra la primera Junta Directiva (sesión celebrada en el Salón de cabildos del Ayuntamiento), estando compuesta ésta por:
- Director. Dr. D. José Sardo, abogado de los Reales Consejos y Fiscal de Marina de este Apostadero.
- Vicedirector. Dr. D. Ignacio Chacón, capitán de navío de la Real Armada y Comandante de estos Reales Arsenales.
- Censor. Dr. D. Andrés Albacete y Buitrago, secretario de Gobierno y Subdelegación de Policía de esta Plaza.
- Contador. D. Juan Valarino y Gattorno, comercio.
- Secretario. D. José Pajares, oficial 2º del Ministerio de Marina de este apostadero y pagador del mismo
- Tesorero. D. Fulgencio Rivera, del comercio y Vocal de las Juntas Provinciales de Sanidad.
- D. Pedro Rosique y Hernández, Marqués de Camachos y Casa Tilli, regidor perpetuo de este Ayuntamiento y Maestrante de la Real de Granada.
- D. Ramón Reyllo de los Ríos, regidor perpetuo de esta ciudad, Síndico General de su Ayuntamiento y hacendado.
- D. José Hidalgo de Cisneros, coronel de Milicias Provinciales, hacendado.
- D. Andrés Facio Rolandi, eclesiástico, beneficiado de esta parroquial.
- D. Juan Martín Delgado, regidor de esta ciudad, químico
- D. Joaquín García, artista.
Fue fundamental para esta fundación la participación del ilustrado farmacéutico D. Juan Martín Delgado, inventor del horno de tiro o atmosférico, avance fundamental para el desarrollo de la industria metalúrgica, aplicado a la fundición de minerales.
Apenas hay documentación de los primeros años. Sabemos que en 1844 era Director D. Antonio María Rolandi. Para apoyar a esas economías más desfavorecidas, en 1844, bajo el patronazgo de nuestra sociedad, se impulsa la creación de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cartagena, o Caja-Banco de Cartagena, redactándose un reglamento.
Superadas las dificultades de los primeros años, gracias al apoyo que recibieron de los prohombres ilustrados y de las cuotas de sus socios, en 1849 logra el empujón definitivo con el legado del socio Isidro Marín Fardet, quien muere dos años después y dona parte de su fortuna a la Real Sociedad de Amigos del País, estableciendo la condición de que la Institución dedicara sus medios a impartir clases.
En 1851 se funda la Escuela Oficial de Náutica. El Tribunal de Comercio estuvo situado en nuestra casa desde el año 1860 hasta la creación de las Cámaras de Comercio, siendo la de Cartagena una de las primeras de España en crearse. Un recuerdo de aquello lo tenemos en la mesa presidencial del salón de actos, en terciopelo granate con su escudo bordado en el centro.
Dado el incremento de alumnos y el poco espacio disponible en la calle Real, primera sede de la Sociedad, se hizo un primer traslado a un local situado en la zona de Puerta de Murcia, cedido por el miembro de la propia directiva D. Juan Bautista Bofarull. El número de enseñanzas impartidas hizo que también hubiera que buscar otro sitio más adecuado, solicitando un antiguo caserón, clausurado por ruinoso, donde estaba ubicada antiguamente la Casa de Correo y que en su día perteneció al recinto del convento de Santo Domingo; a este mal estado hay que añadirle los desperfectos causados por el episodio cantonal en 1873. Solicitud que, tras diversas vicisitudes y gestiones, fue finalmente atendida, lográndose disponer de dicha sede el 16 de diciembre de 1876. La concesión de este edificio supuso un punto de inflexión muy importante en el devenir de la sociedad.
En 1868 fue Director D. Bartolomé Spottorno y María. Al año siguiente ocuparía ese cargo D. Francisco Dorda. Otro hito importante fue la creación y ubicación en esta sede, en 1869, de la Escuela de Capataces de Minas y Maquinistas Conductores, hasta el año 1961 que se traslada a la Alameda de San Antón, y que tantos frutos ha proporcionado a la ciencia y a la técnica, y que pervive brillantemente hoy en día como Escuela Universitaria dentro de la Universidad Politécnica de Cartagena.
El 30 de agosto de 1869 es nombrado Director D. Cirilo Molina y Cros.
En el año 1870 la Real Sociedad consigue, gracias al esfuerzo de D. Adolfo Herrera, la creación de la primera Biblioteca Pública con más de 4.000 volúmenes.
En el siglo XX, y bajo la supervisión de los académicos de la correspondiente de Historia, profesores Jiménez de Cisneros y Lafuente Vidal, se instala y organiza la colección epigráfica con 52 lápidas procedentes del Municipio, cedidas en depósito en 1894 tras el derribo del antiguo ayuntamiento, de temas funerarios, conmemorativos, votivos, etc. Fue inaugurada en 1907, aumentando progresivamente en contenido hasta su reinauguración, en 1943, por D. Antonio Beltrán como Museo Arqueológico Municipal.
Otro proyecto importante es el de la creación de la Escuela Especial de Artes y Oficios en 1907, y la Escuela Elemental de Industria. También en este año se establecen clases de Flora y Fauna, aula de Colorido y Composición, bajo la dirección de Andrés Barceló y, posteriormente, por Rafael Amaré y por el escultor Andrés Bolarín.
Dado el importantísimo trabajo realizado por la Económica, se obtiene el título de Sociedad benéfica particular por R.O. de 11 de septiembre de 1918, galardón que premió la trayectoria de la institución en el campo cultural y social.